Decía Gandhi que la pobreza es la forma más cruel de
violencia, pero la crueldad del ser humano sigue evolucionando. Hoy tenemos
leyes que permiten que unas personas, desde el consejo de administración
de una empresa farmacéutica, pongan precio a la vida humana. En la India 500 Euros, 900
Euros en Egipto...
Ayer murieron doce personas en España, hoy han
muerto otras doce por unas leyes injustas. Esto queridas hermanas y hermanos, es una
guerra y tiene sus bajas. Desde mi punto de vista, desobedecer una ley injusta
es justo, por tanto o acordamos un precio muy barato, o haremos un genérico que
se pueda dispensar de forma inmediata.
Los enfermos de hepatitis son pocos, sin la ayuda
del resto de la sociedad nuestra victoria tardara más y cada día que pasa tiene
un coste de doce vidas humanas.
Traemos velas a la Puerta del Sol con la esperanza de alumbrar los
corazones de las personas y compartir la esperanza de crear un mundo más justo.
Siempre ha habido tiranos, pero al final la verdad y
la justicia acaban triunfando, por lo tanto ya estamos en el bando ganador y
consiguientemente no podemos perder la guerra y la única pegunta a resolver es:
¿Cómo queremos ser recordados por nuestras compañeras, nuestros hijos,
nuestros nietos,…?
Quisiera que me recordaseis, como una persona que
lucho incansablemente por la justicia y que nunca se dio por vencido. Dicho título
me lo tendré que ganar. También os confieso un secreto, no me pueden vencer
porque podrán tener mi cuerpo muerto, pero jamás doblegarán mi voluntad.
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